Gobierno de Miguel Iglesias (1884-1885)
En marzo de 1884, una asamblea constituyente reunida en Lima ratificó a Miguel Iglesias en el poder, esta vez con el título de presidente provisorio. No obstante, por haber contado con el respaldo de los chilenos y por la firma del Tratado de Ancón, Iglesias no contó con la simpatía de la mayoría de la población; asimismo, el general Cáceres se perfiló como su opositor más tenaz, optando por mantenerse rebelde en la sierra.
El nuevo gobierno inició de inmediato las urgentes obras de reconstrucción del país: reinstaló los tribunales de justicia y reorganizó la administración pública. También se dispuso la reconstrucción de la Biblioteca Nacional -bajo la dirección de Ricardo Palma- y la reapertura de la Universidad de San Marcos y del colegio Guadalupe. Por otro lado, se iniciaron los estudios para la construcción del muelle y dársena del Callao y del alumbrado eléctrico en Lima, así como las negociaciones con algunos acreedores extranjeros.
Finalmente, en noviembre de 1885 Cáceres decidió atacar Lima, venciendo a las fuerzas gobiernistas y provocando la renuncia de Iglesias. Al convocarse a elecciones, Cáceres se presentó a la cabeza del nuevo Partido Constitucional. Debido a su popularidad, los civilistas decidieron aliarse con él y por ello el triunfo de Cáceres fue abrumador.